Si has compredido que sin mi vives mejor,
ni me lo digas.
Si has encontrado en otra piel donde sentir,
ni me
lo digas.
Yo siempre fui quien se entregó de más,
el que ha sufrido ante tu frialdad,
quien navegaba en contra de un mal tiempo
y trataba mi dolor echar al mar.
Si nuevamente tú te has vuelto a ilusionar,
ni me lo digas.
Si te pretenden de mis brazos arrancar,
ni me lo digas.
Me duele tanto que me puedas olvidar,
que hago mil cosas por lograrme controlar.
Si has decidido de otra mano caminar,
ni me lo digas.
Si a otra piel te has podidio acostumbrar,
ni me lo digas.
Si de otro cuerpo te has dejado encarcelar,
ni me lo digas.
Es preferible muchas veces ignorar,
aunque por dentro me destrose más y más
y es que tu nombre me acompaña siempre
y de mi yo no lo quiero ver marchar.
Si has entendido que me debo retirar,
ni me lo digas.
Si de otro ser tú te has podido enamorar,
ni me lo digas.
Si por completo te ha entregado el corazón,
si te contagia plenamente su emoción,
si es que te siente como te he sentido yo,
ni me lo digas, ni me lo digas, ni me lo digas.
Si por completo te ha entregado el corazón,
si te contagia plenamente su emoción,
si es que te siente como te he sentido yo,
ni me lo digas.
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